Al principio, un toque sutil pero poderoso me abrió las puertas al verdadero trabajo por hacer. Accedà a un dolor, una tristeza y una ira que ni siquiera podÃa imaginar racionalmente. Juliana estuvo completamente presente durante toda la sesión, con una percepción aguda de mis respuestas y acciones decisivas para expandir aquello con lo que podÃa conectar, experimentar y liberar. Lo que necesitaba venir, vino, y lo que necesitaba sanar, sanó.